El Banco de San Carlos fue una entidad bancaria española creada por Carlos III el 2 de junio de 1782. Sus funciones básicas consistían en: convertir los vales reales y descontar efectos al 4%; contratar el suministro militar con una comisión del 10%, y pagar la deuda exterior, con un beneficio del 1%. Se pretendía que el capital fuera suscrito por particulares, pero los inversores se mostraron reacios. Por ello, se obligó a comprar acciones a funcionarios e instituciones diversas.