El primer dato sobre la caza de ballenas por los pescadores vascos data del año 760. Un cargamento de diez toneladas de aceite de ballena o sain fue enviado al Monasterio de Jumieges a orillas del Sena. Y fue en el año 1670 cuando la especie de ésta ballena, ballena franca glacial (Eubalaena glacialis) fue considerada extingida comercialmente.