La doctrina del arrebatamiento, llamado a veces arrebatamiento de la Iglesia o rapto (si bien no se encuentra con esa palabra en las traducciones al castellano de la Biblia) es resultado de ciertas interpretaciones de la escatología cristiana que hace referencia a la ascensión a los cielos dada por Jesucristo a sus discípulos tras su prometida Segunda Venida, momento en el cual Jesús rescataría a los salvados o escogidos, llevándolos a los cielos (para algunos la Nueva Jerusalén) junto a los resucitados.