Antonio Pildain y Zapiain fue obispo de Canarias entre 1936 y 1966. Su pontificado ha sido el más largo en la historia de la diócesis y está considerado como uno de los personajes más relevantes en Canarias durante el siglo XX. Doctorado en Teología, fue ordenado sacerdote el 13 de septiembre de 1913. En las elecciones de 1931 fue elegido diputado en las Cortes republicanas por la coalición católico-fuerista. De esta etapa destaca su defensa de las prerrogativas de la Iglesia.