El antimension es uno de los adornos más importantes del altar en muchas tradiciones litúrgicas de las iglesias orientales. Es una pieza de tela rectangular, tejida en seda o lino, típicamente decorada con representaciones del Descendimiento de la Cruz, los Cuatro Evangelistas, e inscripciones relacionadas con la Pasión de Cristo. Va cosida en él una reliquia de un mártir. No se permite celebrar la Eucaristía sin un antimension.