Anglo-celta es una categoría racial o cultural, usada principalmente en Australia para describer a la población descendiente de británicos y descendiente de irlandeses, identificando a los primeros como anglos y a los otros como celtas. En mucho menor grado se utiliza también en Nueva Zelanda y Canadá. Aproximadamente el 85% de los australianos y el 70% de los canadienses pueden ser clasificados (o se autoclasifican) en esta definición.