Se llama anclaje al tributo o derecho que se cobraba en los puertos de mar de España por permitir que los navíos echaran el ancla o dieran fondo en ellos. Este derecho se pagaba por toda nave que entre a dar fondo en el puerto, aunque no lo hiciera sino forzada por algún temporal o de arribada y aunque no desembarcara ningún género ni hiciera mercado.