Anaxarco, filósofo del siglo IV a. C. en Abdera. Tuvo por maestros a Diomedes de Esmirna y a Metrodoro de Quíos y, como ellos, siguió la escuela de Demócrito, llevando la doctrina de la opinión hasta su última consecuencia en el orden físico y en el moral. Amigo de Alejandro Magno, fue también su consejero, hablándole siempre con ruda franqueza y siguiéndole en todas sus expediciones. En una ocasión en que fue herido le dijo a Alejandro: He aquí sangre humana y no de los dioses.