Al anarquismo se lo suele asociar unas veces a la violencia y otras veces al pacifismo, según el contexto, sin embargo no existe un consenso real acerca de la legitimidad o utilidad o niveles de la violencia como forma de defensa, mientras que al contrario la agresión está en principio deslegitimada porque justamente el anarquismo como principo supremo busca erradicar la agresión institucionalizada.