Amando de Maastricht fue un eremita, misionero en Flandes y obispo de Tongres y de Maastricht. Considerado santo por la Iglesia católica, su festividad se celebra el 6 de febrero. Su hagiografía fue recogida por Santiago de la Vorágine en La leyenda dorada. De linaje noble, abandonó en plena juventud su casa y, pese a la oposición familiar, se hizo monje cerca de Tours.