Argentina enfrenta cinco desafíos significativos en el sector de abastecimiento de agua potable y saneamiento: (i) baja cobertura con un alto grado de prestación de servicios para su nivel de ingresos; (ii) calidad deficiente de los servicios; (iii) altos niveles de contaminación de las fuentes y los cuerpos receptores; (iv) reducida recuperación de costos; y (v) definición deficiente de la asignación de responsabilidades entre las instituciones del sector.