Aggiornamento es un término italiano utilizado durante el Concilio Vaticano II y que el Papa Juan XXIII "popularizó como expresión del deseo de que la Iglesia Católica saliese actualizada del Concilio Vaticano II". En otras palabras, el aggiornamento es la adaptación o la nueva presentación de los principios católicos al mundo actual y moderno, siendo por eso un objetivo fundamental del Concilio Vaticano II.