El Ley de naturalización de Estados Unidos del 26 de marzo de 1790 fijó las primeras reglas en Estados Unidos para otorgar la ciudadanía nacional. Esta ley limitaba la nacionalización a los inmigrantes que fueran "personas blancas libres" de "buena moral". Por lo tanto excluyó a los sirvientes que no percibían paga, esclavos, negros libres, y asiáticos.