En la arquitectura griega y romana clásicas, las acroteras son zócalos (pedestales) que sostienen los adornos, dispuestos en el vértice o sobre las extremidades de un frontón. La palabra llega al español del griego clásico ἀκρωτήριον, 'cumbre', latinizada como acroterium, a través del francés acrotère. Por extensión, las acroteras designan a los propios adornos, pueden ser estatuas, estatuillas de piedra, vasos de terracota, etc.