Acisclo, canonizado por la Iglesia Católica como San Acisclo, fue un santo mártir de Córdoba, España. Su vida es contada por Eulogio de Córdoba. Fue martirizado durante el mandato del emperador Diocleciano, junto con su hermana Santa Victoria. Su fiesta se celebra el 17 de noviembre de cada año. Después de que fueran arrestados, Acisclo y Victoria fueron torturados. Según la tradición, Victoria fue asesinada por flechas y Acisclo fue decapitado.