La Abadía de San Víctor de Marsella fue fundada en el siglo V por Saint Jean-Cassien. Se edificó cerca de las tumbas de los mártires de Marsella entre los que se encontraba San Víctor de Marsella que le dio nombre a la abadía. Desde hace más de 1.700 años es uno de los lugares más importantes del catolicismo situado en el sur de Francia y aunque el monasterio se disolvió durante la Revolución francesa, la iglesia aún se utiliza.