AZF era el nombre de una factoría química cerca de Toulouse, Francia, que explotó el 21 de septiembre de 2001. En la primavera de 2004 un grupo terrorista adoptó el mismo nombre y extorsionó al gobierno francés bajo la amenaza de explotar bombas en vías ferroviarias si no complacían sus peticiones económicas. El 21 de febrero de 2004, el descubrimiento de explosivos ocultos en la vía férrea París-Toulouse disparó todas las alarmas y dio mucha credibilidad a AZF.